martes, 26 de noviembre de 2013

Llega una instancia en que no me enojo, no me río, simplemente no siento nada, salvo un ligero y suave cansancio. Suspiro un poco, me toco el pelo y miro hacia el suelo, mientras ellos creen que me gana la desesperación; pero no: cuando vivís en la desesperación, ya no hay nada que te inmute, te volves un ser inerte. Y es por eso que me paro en frente a ellos y los miro. Los miro con los ojos vacíos y hasta desorbitados, mientras ellos los esquivan y comienzan a sudar, esperando que yo pare.

No saben si amarme u odiarme.  Alterno instantes de sonrisas con miradas vacías y...¿seriedad?

Un poco impredecible, dicen.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Hard to explain

Estoy escuchando una muy buena banda mientras me dan ganas de acostarme a dormir una siesta en Panamericana y hora pico. Seguramente algún día me arrepentiré de esto. O tal vez no. Ojalá que no. Ojalá que recuerde con amor y simple y llana melancolía.

Y ojalá que este pibe entienda que no. No da.