Acabo de darme cuenta de que mis gustos musicales se amoldan a los gustos del pibe que me gusta (?). Antes estaba re enganchada con un emo y por eso, actualmente, me gustan algunas bandas de post hardcore o nü metal.
Actualmente se me está dando el gusto por lo indie, y ¿adivinen qué?
Que tu fobia son los cactus,
Que la mía es el agua.
Que tu plato favorito es el hígado con cebolla,
Que el mío es el filete de merluza.
Que si fuese tu último día de vida, andarías desnudo por la calle y pagarías una prostituta.
Que si fuese el mío, me tiraría al fondo de una piscina e iría a buscar a alguien importante.
Que esta es tu estación y te tenés que bajar.
Que falta para la mía, que tengo que viajar 15 minutos más.
Estaba muy emocionada (?) porque era la primera vez que volveríamos juntos.
El sol te daba en la cara y nos daba esa calidez que las malas decisiones nos habían sacado.
¿Te comenté alguna vez que soy mala platicante? Me sentí más aliviada cuando me dijiste que estabas muy cansado y luego, un poco apenada, te respondí que lo mejor sería que duermas en todo el trayecto.
Me mataba de risa ver como te balanceabas. Bueno, no tanto: estar con vos me produce una sonrisa incontenible.
El viaje me pareció realmente corto. Una mala jugada de la cotidianeidad -Teoría de la Relatividad le dicen-. Y cuando bajabamos, ¡por Dios! ¿por qué hiciste eso? Sabés que las cosas 'inesperadas' son mi debilidad. Nunca me hubiese esperando que bajaras primero y me dieras la mano para ayudarme a bajar.
Por último, cuando caminamos hacia la estación por ese camino que no conocía. Le rogaba a todos los dioses por una señal, una mínima señal.
Igual, nunca llegó.
Estás de espaldas a la entrada. De alguna forma, como si pudieses escuchar que por lo bajo te llamo, me mirás y sonreís.
Un beso de por medio y lo único en lo que puedo pensar es en una forma de robarte otro poco de contacto, un abrazo, ¿tal vez?
Como si pudieses entenderme más que nadie, me rodeás con tus brazos y me das la excusa perfecta.
《Feliz cumpleaños》al oído y ya no hay nada que me pueda faltar.
Necesito que tus palabras me lleven allá
A ese momento, a ese lugar
Para, desde el principio.
Ese día en el que crei que no iba a llegar
-pero llegué-
Te paso a explicar:
Todos los días me levantaba temprano
Tomaba el tren en el que ibas a estar
Cuando bajaba, te buscaba con la mirada
-obviamente no te encontraba-
Y me quedaba con el corazón en la mano y con mil palabras
Sin pronunciar
Sin embargo, esa mañana
Todo me salió mal
El reloj sonó pero no me desperté
El tren llegó a la estación pero yo no llegué
Y con él se fueron nuestras voces, nuestras risas
Tal vez un corazón dibujado con tiza
[Perdón si crees que es cualquiera lo que te estoy diciendo
Ya sé que soy la única que está sufriendo]
Dos horas después me volvió el corazón
En especial en el momento en el que te vi a vos
Y...
