lunes, 7 de abril de 2014

38/86

Estábamos sentados en un banco frente a un lago, vos a mi izquierda, yo a tu derecha, como quieras pensarlo. Habían patos nadando, gente fumando en la otra orilla, riéndose; niños jugando y nosotros besándonos.

Cada vez recuerdo menos ese día. Recreo la imagen una y otra vez en mi cabeza, pero agregándole algo nuevo: hace frío, podemos ver nuestra respiración, nos sentamos sobre el espaldar del banco, yo estoy a tu izquierda, hay un tercero que me habla y vos sólo te reducís a escuchar, a dar miradas de sorpresa o silencioso reproche...

Pero no sos vos, ya no existís más. Eso es lo que más me entristece.