lunes, 5 de mayo de 2014

Mis pensamientos avanzan, pero mi cuerpo no; y es que cada vez me cuesta más y más distinguir la realidad de  mis soliloquios.
Estoy harta de dormir. Ya ni siquiera sueño. Es como si mi mente lo hiciera a propósito, para protegerme.

A veces pienso que debería dejarme llevar por estos falsos recuerdos, por estos futuros inventados y que todavía no llegaron, para irme con vos, que no existís más y...

No puedo seguir. Lo intento, pero no puedo.