miércoles, 21 de septiembre de 2011

Llegamos a un descampado (no sabíamos a donde más ir); al observar la gran cantidad de gente, decidimos quedarnos en un lugar apartado.
Abrimos aquella puerta, pusimos nuestras canciones favoritas. Tomamos aquel retazo de tela pintado con nuestros nombres y comenzamos a jugar. Aunque el lugar no era idóneo, no evitó que nos unieramos.


Lo que quiero decir es que...
....................................fue un buen día de la primavera.