viernes, 14 de mayo de 2010

Anoche no cené...otra vez.
¿Y qué importa?

Para mi todo esto es...

Anoche. Anoche todo era real, hasta el pundo en el que dije:

- No, no voy a comer

¿Y luego?

No quería pensar más y no quería estar descalza...
Me acosté, y mientras escuchaba Soroban, miré mis costillas.

Puedo rozarlas con las yemas de los dedos, cual teclas de piano.
Las cuento claramente...

Después, ese hueco que se está formando en mi pecho, bajo mi esternón. Me asusta.

Mi estómago emite sonidos extraños, los dolores de cabeza no me dejan pensar, la amenorrea me caga el poco buen ánimo que me queda.

¿Y los mareos?
¡Mi vida es una montaña rusa!


- Puedo morir...No me importaría

Pensé egoístamente. Sin considerar los sentimientos de las personas que más amaba.

Se me está llendo de las manos, no lo puedo controlar.

- Alguien ayúdeme - Suspiré
Comencé a llorar.


No me di cuenta que me había dormido, y al despertar sentía que todo era un sueño. No me creía capaz de haber pedido ayuda.



[Hoy...]


No termino de reponerme. Todo pasó muy rápido...

¿Qué puedo decir? Yo no necesito la fuerza.

Aunque llore, aunque me quiebre,
yo estoy bien.


Ahora todo termina de parecer irreal.

Me siento enferma, con dolor de cabeza.
Quería desaparecer, ¡pero no de esta forma!